Este es un diálogo habitual en mi vida estos últimos meses.

- Oye trese, ¿cómo haces tus tiras?
- Con el culo!!!
- Ya se nota ya…

Pero después de ciertas aclaraciones posteriores he descubierto que realmente la respuesta esperada no es anatómica, más bien se habla de método. Y claro… Método lo hay, no es que sea la hostia pero he de reconocer que sigo un procedimiento más o menos metódico. Hoy desbarraré sobre eso, sobre como cojones hago una tira, me lo comentó Jorgemán hace uno o dos meses y me comprometí, así que aquí está. Mis secretos masónicos al descubierto. Id con cuidado que es una entrada muy larga, tomad pastillas de cafeína o alguna mierda de esas que esto es peor que una peli iraní.

Mano del autor simulando que dibuja
para el momento de la fotografía

Así que… En un momento de exaltación egomaníaca me dispongo a presentaros…

El Sistema del Sistema D13!!!

- Esto… Corten!!!
- Pero qué pasa?
- Vaya mierda de título es este?
- Joder, no sé… Es lo primero que se me ha ocurrido.
- Ainss… Venga, que tengo otra idea…

Así que… En un momento de exaltación egomaníaca me dispongo a presentaros.

My way (a mi manera)

Venga, como Clearasil, al grano!!!

Para empezar unas palabras del flipao ese que sale en el hormiguero.

(no es Flipy, es Berto Romero,
pero total… ¿alguien los distingue?)

Los pasos que sigo al hacer una tira se podrían resumir de la siguiente forma.

  • Idea.
  • Story board
  • Dibujo
  • Montaje
  • Post-proceso

Hasta aquí más o menos todo normal, vayamos desgranándolo poco a poco.

  • Idea

Las tiras se dividen entre las de idea feliz y las de necesidad. Las primeras van de lo que se me ocurre, sin ton ni son, y las otras van de lo que necesito (generalmente por motivos estacionales o de continuidad). En las primeras me basta con apuntar una idea y sé muy fácilmente como serán y adonde quiero ir… Las otras en cambio suelen ser más trabajadas ya que tengo un punto de partida pero no está aún decidido donde quiero llegar, en esos casos tomo alguna nota más, pero poca cosa.

Soy un poco desastre y necesito apuntar mis ideas o se me olvidan. De hecho tenía una libretita pequeñita para ideas y otra más grande para dibujos, pero me olvidé la libretita que me había comprado para no olvidar, y la perdí. Ahora lo apunto todo en la misma libreta que hago los dibujos, al ser más grande canta más y es más difícil olvidársela.

Os aseguro que aquí hay 4 tiras para
la semana que viene… Sí, yo me aclaro.

  • Story board

El story board es una mierda de dibujito que me hago para repartirme el espacio. Es un clásico en muchos autores de cómic aunque no todas mis tiras tienen story board, solo aquellas que veo que me pueden salir excesivamente largas o las que no sé muy bien como componer y quiero tener una visión de conjunto de buen inicio.

El story board me permite hacer un cálculo de viñetas necesarias y los personajes que saldrán en ellas. Aunque haga una tira diaria, cosa en principio bastante rígida, lo cierto es que mangoneo mucho con el formato por lo que a mí me puede resultar de utilidad.

¿A ver quién es el Champollion que me dice
a que tira pertenece este story board?

  • Dibujo

Esto es lo mejor… Dibujar. Es lo más divertido, y si estás un poco inspirado aún más.

Primero hago el lapiz, no me requiere mucho tiempo ya que los personajes son bastante simples y además empiezo a tenerlos de la mano.

Boceto para una tira futura (podría ser para una tira pasada, total, siempre dibujo lo mismo)

Luego repaso el lápiz con un Edding 1200 (sacrilegio!!!). Sí, soy plenamente consciente que es una barbaridad hacerlo así, el Edding es un rotulador barato cuyo grueso se va ampliando con el uso, pero es muy cómodo y rápido, y la tinta se seca enseguida. Y aunque tenga un negro horrible (color ala de mosca, más que negro es gris) después del escaneado subo contrastes y coge una buena consistencia. Lo dicho, el Edding no es lo ideal pero me permite trabajar rápido, en cualquier sitio, y sin manchar. Ah, y después del Edding viene lo peor de todo, lo que más odio… Borrar el lapiz de debajo, menudo coñazo.

Bueno, sigo… Para dibujar tengo multitud de libretas, tamaño A5, y voy haciendo los dibujitos en ellas. Lo de la libreta es importante, me gusta llevarla siempre encima, así puedo dibujar en cualquier situación (mis amigos ya se están acostumbrando a ello, entre cervezas y dibujitos se pasan las tardes que da gusto). He considerado lo de la tableta digital que se lleva tanto ahora, pero es que me gusta dibujar en el comedor, en la cama, en los bares, en las avenidas, en los bulevares…

Esto es un robado de algunas de mis libretas

Y venga, un secreto, ahora que hay confianza. Entre nosotros, el personaje que más me gusta dibujar soy yo, y si os digo el que menos os sorprendería, es Palomán, parece una gilipollez pero me jode, principalmente porque es muy limitado y se pueden hacer pocas cosas con él.

  • Montaje

Sin duda el montaje es lo más parecido a hacer cómics de todo el proceso. Por frío que parezca lo otro es pensar chistes, hacer dibujos, pero cuando realmente exprimo el lenguaje del cómic es frente la pantalla del ordenador y con el Photoshop abierto.

Amigos, el Photoshop es un programa pero no es mágico, el que sabe sabe, y el que no…

Hay una cosa que me parece muy importante recalcar. Hacer cómics no es dibujar, hacer cómics no es escribir; hacer cómics es otra cosa, tiene un poco de las anteriores pero hay cosas que no se dibujan ni escriben. Hay que narrar, hay un ritmo, hay que explicar una historia de forma convincente. Un chiste triunfa o fracasa por su puesta a punto, una buena idea o un dibujo atractivo no es suficiente, se necesita mucho oficio (no digo yo que lo tenga, digo que se necesita).

El lenguaje del cómic es un gran desconocido para la mayoría (y tampoco hace falta, es una experiencia estética que tiene el lector, o te gusta o no te gusta, no necesitas ser un entendido para disfrutarlo) pero si se quiere ir más allá algunos autores lo han sabido desgranar con notable puntería. Personalmente yo recomendaría un libro por encima de todos, “Entender el cómic, el arte invisible” de Scott McCloud, la biblia del creador de cómics, ameno y brillante; McLoud nos ilustra y entretiene de forma magistral en un tratado muy amplio sobre el cómic y su lenguaje, si solo te gusta leer cómics no es necesario, pero si quieres ir un poco más allá en la comprensión de los mismos solo puedo decir que es imprescindible.

Adorarás este libro sobre todas las cosas

He dicho que lo adorarás, aunque tenga
esta pinta tan poco atractiva
(a priori)

Bueno, vuelvo al tema. Es durante el montaje en el que se da forma a la tira, se escanean todos los dibujos y se van colocando en una plantilla en la que tengo los elementos comunes a todas las tiras (diseño, marcos de viñetas, unos cuantos globos, etc…). Es muy laborioso ya que a menudo hay que sacrificar dibujo en pos del texto y sabe mal, porque algunos dibujos majos se reducen a la mínima expresión. También tengo que sacrificar diálogo con mucha frecuencia. Básicamente es eso de la manta demasiado corta, te cubres la cabeza o los pies…

Cosas que hago habitualmente en este proceso de montaje.

  • Recuperar dibujos antiguos de tiras anteriores que me puedan servir (lo hago menos de lo que os creeis, la gran mayoría de dibujos utilizados son nuevos y hechos para la ocasión).
  • Corregir fallos del dibujo a mano (una ceja, un logo de Star Trek olvidado, cosas así).
  • Voltear horizontalmente (efecto espejo, por si quiero invertir el sentido de la narración).
  • Decidir los textos finales (con lo que eso supone, incluso rematando o “salvando” el chiste).
  • Reducir el tamaño del dibujo para que quepa (esto es una tortura porque se pierden detalles, jode mucho).
  • Concretar elementos de diseño novedosos (las viñetas menos convencionales se piensan en el papel pero es en el ordenador donde se ven, se prueban, y se decide su presentación; es cuando las ves realizadas que te das cuenta si funcionan o no).
  • Encajar los fondos (raramente los fondos y los personajes comparten dibujo, siempre los hago por separado y los junto luego en el Photoshop)

En definitiva, todo esto es lo más largo de todo y con diferencia. Una tira puede tener un montaje que va de 1 hora si está muy clara de antemano, hasta 3 horas si resulta especialmente complicada en su ejecución (sí, a veces más de lo que parece, o simplemente pruebo tantas cosas que pierdo mucho tiempo en ello).

  • Post-proceso

El post-proceso puede ser simplemente no hacer nada, o llegar a corregir mil pijadas. Soy bastate puntilloso con las tiras una vez acabadas y siempre las miro, y las vuelvo a mirar, y voy toqueteando mínimos detalles (una expresión, una coma, la ubicación de un globo, tonterías…) por eso no me gusta llevar muchas tiras de ventaja, cuando tengo una tira acabada 3 o 4 días antes de su publicación no paro de retocarla y cuando la publico le he dedicado mucho más tiempo del que debería… Es un problema habitual, no saber decir “basta”, pero es lo que hay, lo asumo como propio y me jodo. A veces veo algún defecto en una tira que ya he subido, normalmente un defecto menor que quizás nadie vea, pero a partir del momento en que lo detecto parece que sea gigante, debo arreglarlo como sea, no hay otra… Sin decir nada lo modifico y la vuelvo a subir. El crimen perfecto.

Y ya está. Así es como hago mis tiras. No hay más. El resultado lo podéis ver por todo el blog pero dejo aquí una tirilla vieja para que quede la entrada completa.

Esto es lo que sale después de tanto cuento
(vosotros decidís si vale la pena)

Espero no haberos aburrido mucho y que más o menos se haya entendido. Para cualquier aclaración o coscorrón, a vuestra disposición en los comments.

Saludetes!!!