Bueno… Supongo que ya toca desbarre, que entre la Semana Santa en la que tiré de patilla y pasé el trago tirando de videos (como un capítulo de recopilación de los Simpson) y la semana pasada que tiré de mudanza para no hacer el huevo, pues eso, que entre una cosa y la otra hace tiempo que no os doy carnaza (como si la necesitarais, pero bueno… ya se me entiende).
¿Pero de qué os hablo? Lo de Iker Jiménez clama a los cuatro vientos y es un tema evidente, pero esperaré a desarrollar un poco más el arco argumental de estas últimas tiras, que soy capaz de quemarme el tema, que me conozco. Tengo otras opciones, desgranar lo del montaje de las tiras… o mi sesudo estudio sobre personajes del cómic que fuman… o hablar del twitter… o de mis 13 cómics imprescindibles (a instancias de Sand), pero todo ello son artículos que debo pensarme un poco, que luego me arrepiento de lo que escribo y es peor. Así, como estoy escribiendo esto en el tren y no hay tiempo para temas de tamaña profundidad explicaré algo que me parece curioso, algo sobre estas últimas tiras. Entramos en tierras narcisistas, entramos en…
Tenía un plan maestro para tiras cercanas, un intrincado plan que llevaría este webcómic hasta el lugar que se merece en la puta élite, todo estaba planeado, el Delorean estaba a punto y nos íbamos a ir a…
Entonces cambió todo en la tira 79.
Algo pasaba en esa tira que me hizo encapricharme por una idea distinta y hala… Al ritmo de “esto se escribe solo” me echo pal monte cual cabra.
En principio solo era una de esas tiras de entretiempo, una tira sin compromiso, un rollo de una noche, sin número de teléfono de por medio. De hecho el elemento que tenía que pasar por detrás era totalmente aleatorio, como se puede comprobar en la tira al final pasa un alienígena a lo Mars attacks, pero estuve considerando otras opciones, unos caballeros dándose de tortas, un monstruo de Frankenstein, un hombre lobo, hice algunos bocetos rápidos sin que nada me convenciera. Yo solo quería que pasara por detrás algo emocionante/inquietante, pero solo eso, una tira sin más; aunque no lo tenía claro, pero al final me dije…
- Prueba con un alienígena, eso siempre vende.
Obviamente el primero en el que piensas es en el Alien de Giger (el de Aliens), pero ese me da yuyu, y solo he visto Alien 2, así que… quita bicho….
Luego pensé en un alienígena trompetero más de la escuela Bruguera (ese álbum de los “Invasores” de Mortadelo y Filemón…), pero eso se pasaba de hispano y todos sabemos que los aliens molones son yanquis (a Jorge Sanz me remito).
Cuando caí en la idea de Mars attacks, más pulp y pasado de vueltas no se puede, hice un boceto y me dije a mí mismo en tono yanqui flipado.
- Lo tenemos!!!
El resultado no es exactamente el mismo marciano de Mars Attacks, la memoria es traicionera, pero se le parece bastante. Y fue dibujar ese bichito y empezar a tener una serie de ideas para tiras futuras, no sé si os gustarán más o menos pero yo me sentía cómodo con el tema, además enlazaba con algo a lo que le tengo ganas desde el principio, el “amigo” Iker Jiménez. Y así me metí en este berenjenal, en plena saga alienígena en el Sistema D13, pero con aliens cutres, de esos que llegaban en los años 50, en plena enajenación colectiva con el efecto OVNI, ya no se hacen marcianos como los de antes.
Si nos pusieramos documentalistas cabría explicar que de hecho la gran fiebre OVNI se localiza en los Estados Unidos después de la Segunda Guerra Mundial (durante la que se vieron montones de Foo Fighters), la locura se desató entre mediados de los 40 y mediados de los 50, con avistamientos por todos lados, y a raíz de esa fiebre crece el género de seres llegados del espacio exterior que han venido a freirnos. Posteriormente la guerra fría echó el resto en la paranoia colectiva.
En resumen y para no complicarlo mucho, el origen del género se situa a finales del S. XIX con la publicación de “La guerra de los mundos” de HG Wells, posteriormente se publican varias novelas en esa línea pero es en los 50 cuando el género de invasión extraterrestre se pone de moda y aterriza con estrépito en la gran pantalla; durante la guerra fría se consolida aprovechándose de la histeria colectiva hacia los rusos y con el tiempo empieza a diversificarse con distintas modalidades. Y ahí sigue… Haciéndose remakes de V, o con pelis como Independence Day petándolo en taquilla.
Sigamos con el lío, Mars Attacks fue una peli que vi en su momento en una pantalla de cine y todo eso… Eran otros tiempos, era joven, no tenía emule, me interesaban los estrenos de cartelera y no sabía en que gastarme mi escaso dinero… Con el tiempo me he vuelto en alguien mucho más aburrido que no hace más que ver El golpe o Regreso al futuro sin ánimo de continuidad, pero por esa época me apetecía probar pelis nuevas. Además era de Tim Burton, y entonces decir que te gustaba Tim Burton molaba, ahora ya no lo digas porque le gusta a todo el mundo y así no tiene puta gracia, de hecho cansa un poquito… Pero me centro, lo cierto es que vi la puta peli, con perdón, pero joder… Menudo bodrio, salí del cine indignado, desde Starship Troopers que no había visto mierda semejante (aunque ahora no recuerdo cual fue anterior, pero en ambos casos esas pelis provocaron en mí una indignación perfectamente comparable). Curiosamente ambas películas las he visto en ocasiones posteriores y he rectificado, no es que fueran malas, es que yo me las tomé demasiado en serio. Mars attacks y Starship Troopers son dos pelis gamberras, muy gamberras, olvidables pero también aceptables, si no pillo la broma la culpa es mía. Curioso que no pillase la broma en dos pelis tan parecidas, humanos y aliens friéndose mútuamente.
Ahora tengo dos opciones, hablar del libro que inspira Starship Troopers, una obra maestra según dicen, o hablar de los cromos que inspiran Mars Attacks, cultura basura pura y dura…
Efectivamente, vamos a hablar de los cromos, esto es frivolizar y el resto son tonterías. Allí queda eso.
Cuando miras Mars Attacks dices…
- Cincuentero.
Suponiendo que exista un término como cincuentero, así como existe lo de ochentero, noventero o hetero. Pero es que es así, el diseño de esos marcianos tienen un inconfundible sabor pulp de mediados de siglo pasado, ahora nos parecerá muy ridículo pero en los 50 tendría su coña, especialmente cuando no tienes ni puta idea de si en Marte había bichitos (verdes o en otras gamas cromáticas), eso es algo que tenemos muy asumido pero que no se dilucidó hasta los 60-70, con gran decepción para los Ikers de esas épocas… Supongo que un jipioso Jiménez del Oso y un J.J. Benítez veinteañero se llevaron un buen chasco (pero no, que hoy no pienso hablar de ellos ni del gobierno, la semana que viene joer).
(o un artículo, que para el caso viene a ser lo mismo).
Bueno, a lo que iba, para Mars Attacks Tim Burton se inspiró en unos cromos de una marca de chicles, no sé hasta que punto eso triunfó en la época o solo flipó a unos cuantos, pero joer…
Mirad y gozad.
- Me encanta el olor a rayo de la muerte por las mañanas.
- Mozaaaaa… Ven pacá, que te voy a poner mirando pa Júpiter.
Es una delicia verlos con los ojos de hoy en día, por lo cutre, por lo kitsch, y porque en los 50 un niño que veía eso diría algo así como…
- Moooola…
(¿se decía “mola” en los 50? lo dudo bastante)
Además, si los miras en orden pues te sale algo así como una historia, marciano llega, marciano mata humanos, humano se le hinchan las pelotas de tanto marciano cabrón, humanos matan marcianos, humanos destruyen Marte en justa venganza.
Podéis ver la colección completa aquí, es sumamente curiosa.
Pues nada, ya está… Una galería de dibujos raros para ocupar espacio y pa casita, os dejo que estoy escribiendo esto en el tren mientras un perroflauta agujerea mi tímpano tocando el instrumento que tan descriptivamente los bautiza, la madre que lo parió, aprende a tocar cabrón (obviamente os quedareis con esto último y vuestros comentarios sobre la entrada de hoy hablarán del perroflauta pasando por alto los cromos cincuentones, los OVNIS, mis pajas mentales y otras paridas que os importan una putamierda; la culpa es mía por sacar el tema, pero tengo que reconocerlo, lo perroflauta vende).
Inquietantes saludetes
PD- Me gustaría hacer mención del Dossier sobre el Fenómeno OVNI escrito en la revista Líder (nº58, Marzo de 1997), me ha resultado especialmente útil para redactar este artículo.