Buenas gente, he aquí Detritus, el hombre que mantiene el interés de este blog mal nombrado (algo del estilo de El Sistema Dtritus estaría mejor, ¿no creéis?).

Como es habitual por estas fechas he recibido la visita de tres fantasmas, el fantasma de las navidades pasadas, el fantasma de las navidades presentes y el fantasma de las navidades futuras. Huelga decir que he matado a los tres y que he subido un par de niveles con ello, y ya de paso me han dado ideas para escribir este artículo largamente reclamado.

Sí, hoy, por fin, ¡¡¡hablaremos de los munchkins!!! Esos seres de naturaleza oscura pero loable, esos seguidores de los PXs, esos amigos del dolor ajeno… En resumidas cuentas, aquella gente que sabe que sus posibilidades no son de éste mundo.

Lejos de lo que comúnmente se piensa el arte de retorcer las reglas se remonta a muy antiguo (David no mató a Goliat, David encontró un agujero en el reglamento, ¡¡¡el rey David era un munchkin!!!), siempre me ha parecido digno de alabanza la capacidad humana de sobreponerse a las adversidades para dar lo mejor de sí mismo, para hacer frente a lo indeseable con los máximos recursos posibles. Porque no nos engañemos, rolear está de puta madre, ¿pero que coño vas a rolear si tu personaje está muerto? El munchkin retrasa la muerte, el munchkin siempre consigue ser el más poderoso… En resumidas cuentas, ¿que es un munchkin si no un héroe?

Si tiráramos de definición de diccionario (desgraciadamente la RAE aún no recoge la palabrita) podríamos encontrarnos algo del tipo…

Munchkin- Jugador que estudia y tergiversa las reglas de todas las formas posibles siempre que éstas acaben beneficiándole.

Si tiráramos de definición de diccionario Detritusiano podríamos encontrar algo del tipo…

Munchkin- Jugador que utiliza las reglas de forma creativa para poder interpretar debidamente un puñetero héroe.

Efectivamente, hay una sutil pero gran diferencia entre una definición y otra. Eso se debe a que el munchkin está oficialmente estigmatizado… Pero es injusto, el munchkin es el mejor jugador posible y todos debemos intentar jugar al estilo munchkin; el munchkin es ese jugador pillo que se tira dentro del área cuando se le acerca un defensa, y los aficionados al fútbol queremos a ese tipo de jugadores en nuestro equipo (bueno, algunos lo niegan, pero en su interior les encanta ver que el árbitro pica y pita ese penalti tan importante a su favor).

Ahora bien, la vida del munchkin no es fácil, muchos intentan ponerles pegas, controlarlos, pero sabemos que eso es ponerle puertas al campo. El munchkin siempre consigue una salida. Siempre encuentra una regla que le beneficia. Sigamos pues el procedimiento estándar para convertirte en uno de ellos…

ESTUDIA EL REGLAMENTO CON EL ESPÍRITU DE UN ABOGADO (ABOGADO PICAPLEITOS PARA MÁS SEÑAS)

El reglamento se debe analizar hasta el último detalle, y no es una frase hecha, cosas como una coma en el lugar adecuado pueden resultar la diferencia entre la vida y la muerte. Cualquier detalle debe analizarse hasta el extremo. Por ejemplo.

Cuando el PJ reciba 30 puntos de daño, morirá.

Aquí un jugador normal que acabe de recibir 41 puntos de vida verá que está muerto, un munchkin no. Repasemos la frase…

Cuando el PJ reciba 30 puntos de daño, morirá.

Muy bien, sabemos que si el PJ recibe 30 puntos de daño muere, pero… ¿y si recibe 41? ¿Que pasará entonces? Evidentemente el reglamento no contempla esa posibilidad, y el munchkin se acaba de dar cuenta de ello… Una regla bien redactada sería…

Cuando el PJ reciba 30 puntos de daño o más, morirá.

Pero ya es demasiado tarde… Hay un agujero en las reglas, y el munchkin ya se ha aferrado a él. Los munchkins son como los rottweilers, nunca sueltan a su presa.

Vivir con este entusiasmo y con este espíritu crítico cualquier reglamento es una experiencia apasionante, además os servirá durante el resto de vuestra vida… Con este espíritu podéis mirar contratos profesionales, documentos bancarios, convenios laborales, etc… Sin duda la vida os empezará a sonreír, por eso mismo los munchkins sonríen, a ellos la vida les va bien.

Del mismo modo cuando uno analiza un manual verá que no existe el equilibrio, que ciertas razas son mejores que otras, que ciertas combinaciones tienen efectos devastadores, que ciertas profesiones hacen un daño del carajo, y aquí es dónde el munchkin se crece, porque el munchkin no lleva PJs, el munchkin lleva a cabo un intrincado plan… Su deber es estudiar concienzudamente todas las posibilidades para, posteriormente, escoger la mejor opción. Su personaje nacerá optimizado, pero aquí no se acaba todo, no hay lugar para la improvisación, el incremento de niveles y habilidades de ese mismo personaje seguirá un plan maestro en pos del poder absoluto, no hay lugar a la improvisación, todo está meticulosamente planeado.

Hay juegos que se prestan especialmente a ello, posiblemente el D20 de Dungeons & Dragons es el juego que con mayor acierto ha abierto el camino a este estilo de juego. ¿Y porqué tiene tanto éxito? Porque todos sabemos que hacer el munchkin es muy divertido.


CÓMELE LA MORAL AL MÁSTER

Pues sí, al igual que es importante descubrir aquello que te beneficia, tan importante es saber vender el singular punto de vista de cada uno. Normalmente los màsters tienen preparadas ciertas respuestas para joder la vida al buen munchkin.

- Eso no tiene sentido.
- Estás traicionando el espíritu de las reglas.
- Esa regla está mal, y tú lo sabes.
- Tío, estás desafiando las leyes de la física.


No dejéis que esta sarta de bobadas os haga retroceder, ni un paso atrás. Siempre que un máster os pare los pies debéis mostrar de forma muy expresiva vuestro descontento, dar a entender que sois víctimas de la más cruel de las injusticias y, por encima de todo, convencer al máster que ese no es el camino, que te ha perjudicado notable y arbitrariamente.

Con eso conseguiréis que la siguiente vez que retorzáis el reglamento el máster se lo piense antes de pararos los pies (pensará algo cómo… mejor le dejo hacer, y así seguimos de buen rollo). Antes de que te des cuenta tu palabra será tomada en consideración, y el juego se jugará tal y como tú deseas, que es de lo que se trata. El máster se habrá acostumbrado a seguirte la corriente, de hecho es posible que llegue a considerar que te conoces mejor el reglamento que él mismo (y en el fondo así debería ser), al final tu palabra será ley y con ello tú serás el juez y, como buen juez, prevaricarás. Prevaricarás a tu favor.

PREPÁRATE… ENTRENA… PREGUNTA…

Ser munchkin no es un estado. No hay un momento en que te despiertas y dices “soy un munchkin”. No, no va así la cosa chicos… Ser munchkin es una tarea continua, y para ella hay que prepararse.

No leas nada que no sea un manual. El conocimiento de múltiples reglamentos creará en tu mente una predisposición para el pensamiento abstracto y legalista que te irá muy bien interpretando futuros reglamentos. Las novelas y otras mariconadas ocupan un valioso espacio de tu cerebro que podría estar reservado para memorizar tablas de críticos de Rolemaster.

Sigue la moda. No te anquiloses en tu manual y reglamento favorito, tu máster puede actualizarse en cualquier momento y tú debes estar a punto. Sigue con interés el mercado usamericano de los juegos de rol, compra las últimas ediciones y expansiones, y cuando saquen la traducción busca las erratas que te puedan beneficiar.

Ponte a prueba. Coge fichas en blanco y pon en práctica todos tus conocimientos, haz un mago elfo de la muerte de nivel 23; haz un guerrero semiorco de la muerte de nivel 23, acto seguido haz que se enfrenten entre ellos y verás sus virtudes y defectos. Potencia esas virtudes, localiza y elimina los defectos, y vuelta a empezar.

No estás solo. A tu alrededor hay más munchkins como tú, bueno, no están a tu alrededor ya que no acostumbran a salir a la calle, están en sus casas dejándose las pestañas ante un reglamento o delante de las pantallas de sus PCs… ¿Qué quiero decir con eso? Efectivamente, quiero decir que si quieres contactar con ellos debes ir a un buen foro de rol… En los foros es muy fácil localizar a los munchkins (aunque raramente admiten su condición en público, cosas de ser parias sociales). Los munchkins de los foros están dispuestos a compartir su conocimiento y experiencia contigo, posiblemente no te den toda la información porque aún siendo ególatras megalómanos los munchkins son también celosos de sus secretos más oscuros, pero aún así te pueden ayudar bastante. Pregúntales como optimizar tu bárbaro transexual y harán de él una seductora máquina de picar carne. Te darán ideas. Y además podrás practicar la discusión, es muy interesante ver como dos munchkins discuten acerca como aplicar una regla, es como dos perros enormes luchando por un mismo hueso, toma buena nota de sus técnicas y argumentos de debate, pues esas mismas técnicas y argumentos pueden ayudarte cuando te enfrentes a tu máster.

¿ES ÉTICO SER MUNCHKIN?

La respuesta es… Sí, lo es.

Hay muchas creencias provenientes de másters remilgados acerca de lo nefasto que es ser un munchkin, solo son paparruchas. Es un intento patético de contener a la bestia que llevas dentro.

Es mi deber poner las cosas en su sitio, a menudo oiremos tópicos como los que vienen a continuación, iluminemos esos tópicos con la luz de la verdad y la razón.

Los munchkins no interpretan. ¡Y una mierda! El munchkin interpreta lo imprescindible, simplemente no está por florituras, tiene capacidad de sintesis ya que debe reservar sus fuerzas para tareas mayores. Son como Steven Seagal, no abren la boca si no es para decir “muere”, pero interpretar, lo que es interpretar, interpretan, y un montón.

Los munchkins son malos compañeros. ¡Falso! El munchkin simplemente lleva a cabo un tipo de personaje que cuida primero sus intereses haciendo que los objetivos del grupo queden a expensas de que sean comunes a los suyos. ¿Es esto jugar mal a rol? No, esto es puro realismo, y si no venid a mi lugar de trabajo y os lo cuento.

Los munchkins traicionan el espíritu del juego. ¡Al contrario! Justamente lo llevan a sus últimas consecuencias, lo estudian y desarrollan hasta dónde ningún friki sería capaz de llevarlo, el juego está impreso en tinta, y ellos siguen al guión a rajatabla. Utilizan las armas que el señor creador pone en sus manos. Dios creó a la marihuana, el hombre dispone de ella. Gary Gygax inventó el Dungeon, el munchkin saquea y se lleva el tesoro. Es pura poesía.

Los munchkins son seres poco sociables. ¡Esto sí es verdad! Pero es obvio que estudiar y exprimir un reglamento no te deja mucho margen para desarrollar una vida social digna. Es por eso que debemos sacarnos nuevamente el sombrero ante ellos, sacrifican su existencia (y posiblemente futuras relaciones sexuales) en pos de un objetivo, ser héroes… Nada que no hicieran en su momento Tintín, el Pato Donald o el Capitán Trueno, y a estos en cambio nadie los puso en tela de juicio.

En definitiva, y con esto voy acabando, este post es una llamada a la cordura. Un grito desesperado en defensa de estos seres a menudo incomprendidos, a menudo geniales, que pensando distinto a la gran mayoría se enfrentan a cientos de adversidades para hacer de éste un mundo mejor.

Parafraseando y mejorando a Rudyard Kipling

Si logras que tus nervios y tu corazón te den un bonus,
aún después de multiclasear repetidamente,
y haces un combo cuando no quede nada,
porque tú lo deseas, lo quieres y mandas.

Si hablas con el máster y le convences de que tienes razón.

Si marchas junto a reyes para rebanarles la cabeza.

Si nadie que te hiera llega a hacerte la herida.

Si todos te reclaman pero no acudes a ninguno.

Si llenas el minuto inolvidable del combate
con ciento cincuenta acciones,

Todo lo de esta Tierra será de tu dominio,

y mucho más aún… ¡Serás un Munchkin, hijo mío!

Ahí queda eso.

Agur