Quería dedicar el post desbarre de esta semana a explicar como hago las tiras y tal, pero no me ha dado tiempo (pero ya tengo las fotos y esas cosas a punto, supongo que la semana que viene cae sin falta).
Pero no nos callamos ni bajo el agua!!! He venido aquí a hablar de algo, y de algo hablaré, no nos quedaremos sin post en pleno día 13, está claro.
Esto… Pues sí, os puedo hablar de dos de mis lecturas actuales, que eso no requiere mucho esfuerzo a mi cerebro exprimido. Venga, allá voy (no hay spoilers).
Sí, supongo que todos habréis oído hablar de la película protagonizada por Vigo “Aragorn” Mortensen, de hecho lo que ha llegado a mis oídos deja muy bien la película en cuestión. Pero como voy por libre he pasado de la peli y va y me leo el libro (y si algún día me animo ya la veré). Así que venga, hablemos un poco de él.
Primero meterme con la portada. El libro tenía, entre otras, esta maravillosa y acertada portada.
Pero claro… como han sacado la peli han hecho la edición con portada peliculera. Hay que joderse. Es que no hay color (aparte del negro). ¿Pero hay alguien a quien le guste leer un libro con la portada de una película? A mí es que me da una rabia de cojones, pero bueno… Es una edición barata, 7.95€ en catalán, así que bueno… lo pasaremos por alto. Sí, soy un puto vendido, acepto una portada de mierda si eso baja el precio, y como nunca he sido un fetichista de los libros… Eso lo reservo a los cómics.
Pero obviaré los temas estéticos (para eso ya hay expertos, gente como Tur que domina lo del contenido y el continente literario), mejor me centro en ofrecer mi valoración de la obra… Valoración parcial pero valoración al fin y al cabo, vamos que todavía no me lo he acabado, pero es que soy de un echado palante que espanta, además, para domingo fijo que ya me lo he leído entero.
Es un libro duro. Directo. En contenido y forma, Cormac es un escritor con ideas propias, no distingue diálogos de la prosa, no pone nombre a los protagonistas, y a veces es parco describiendo, he de reconocer que me pierdo un poco con él. Pero esas incomodidades se convierten en virtudes, le dan un tono personal, te obligan y te joden aún más, y además, consigue atraparte en esa desazón.
Desconozco la fidelidad de la película, pero el mundo de La carretera es de lo más jodido y desolador que me he leído, e importa tanto el qué te cuentan como el cómo te lo cuentan. No es un simple libro post-apocalíptico, no es un survival horror al uso. Es que es una putada de libro, así de claro. Y la relación del padre con su hijo es aún mas putada. Te parte el corazón. No recomendado para padres de esos a los que les cuesta separar ficción de realidad (a más de uno conozco).
La carretera va muy allá, la narración empieza años después del cataclismo, en un momento de desolación física y moral, sin esperanza, y no cuento más… Ideal para los que querais pasar un mal rato. Probadlo y os arrepentireis, pero en este caso creo que va de eso.
Decir Liberty Meadows es decir Frank Cho. Básicamente un dibujante de corte clásico puesto al día, uno de esos dibujantes de los que se suele decir “por sus chicas los conoceréis”, muy en la línea de Adam Hughes, Kevin Maguire o Terry Dodson. Pero realmente es un placer leer a alguien que dibuja tan figurativamente bien. Porque sus dibujos tienen sustancia, hay mucho saber hacer más allá de las curvas rotundas de algunas de sus chicas.
Liberty Meadows es un mundo con bichos algo humanos y humanos algo bichos que comparten existencia y vivencia. Es un humor básicamente blanco pero con un punto de mala leche, un erotismo subyacente, un estilazo de esplendor yanqui, y un marcado tono cartoon, esto último se hace especialmente patente cuando el protagonismo recae en los animalicos que corren por la serie.
Realizado a forma de tira cómica destaca por su grafismo (habitualmente no tan cuidado en las tiras cómicas) y a mí personalmente me ha aportado mucho por la facilidad con que transgrede en la composición de la tira. No hay tira canónica en Liberty Meadows, Cho busca un efecto estético, y muy a menudo lo logra. Es un gustazo ver un autor que tiene la tira no solo como una linea de unidad narrativa, para Cho la tira es un espacio en el que dibujar y algunas tiras son tan bonitas que no hay necesidad ni de leerlas.
A ver, no nos engañemos, no es Calvin y Hobbes, pero joder, está muy bien. Lo de Calvin y Hobbes para mí es un problema, lo comparo todo con la obra de Watterson y no es justo porque hay otros caminos y mucha calidad en otros autores. Liberty Meadows es uno de los que van por otro camino, se lee agradablemente y además tiene personalidad. Un humor que se mueve entre lo correcto y lo notable, y un dibujo que en ningún momento abandona la excelencia (respetando la libertad de gusto y culto de cada uno, si no te gusta lo que ves no te gusta Cho, está claro).
Recomendable para pasar el rato, e imprescindible para ver otra forma de hacer tiras cómicas.
Y nada… Aquí lo dejamos por hoy. Cómo decía mi profesor de Cartografía…
- Mañana más.
(o pasado)
Saludetes.
WoW! No conocía este cómic… creo que me he enamorado de la morena :*)
Gracias por la inestimabilísima labor didáctica!
Llamadme inculto pero hay algo en Cho que siempre me hace pensar en Manara, tal vez sean esas espaldas arqueadas en algunos planos.
Sea cómo sea, es un comic muy fino, y la historia es muy maja
@ Nico
Se siente, yo la he visto antes.
Y de nada… Me alegro de que te haya gustado.
@ Medu
No te llamaré inculto por tener otra opinión a la mía, eso tiene otro nombre… TROLL!!!
Hablando en serio… A mí me resultan distintas las de Manara de las de Cho, las de este último las veo más redondeadas, más rotundas, las de Manara me parecen más estilizadas. Como comentaba a Cho lo comparo más con el estilo Hughes, a Manara lo veo más personal, podría compararlo quizás con Vittorio Giardino. Pero son impresiones, claro.
Saludetes